lunes, 25 de mayo de 2015

LA CONSTRUCCION DE LA ATENCION PLENA_3


LA CONSTRUCCIÓN DE LA ATENCIÓN PLENA
Tercera parte

por Andrew Olendzki (*)

(leer previamente las dos partes ya publicadas)

Meditación como proceso

Lo que provee este modelo es una comprensión estratificada de lo que sucede cuando una se sienta y practica la meditación. Gran parte del tiempo solo se manifiesta una forma rudimentaria de atención, mientras la mente registra cambios en el ambiente como pueden ser los sonidos,  o se mueve de una asociación a otra de una forma natural y ordinaria. La mente está constantemente cambiando su atención de un objeto a otro, y uno puede guiar este proceso de algún modo ejerciendo voluntad [volición] y atención para fomentar que la mente se implique más en una cosa que en otra.

La mayoría de las estrategias populares de crecimiento personal trabajan a este nivel básico de cambiar la mente (1) guiando la atención de un punto a otro.

Lo que los budistas llamarían entrenamiento mental (2) empieza cuando el compromiso de cultivar la atención se hace más dirigido y deliberado. Uno se vuelve gradualmente más experto en dirigir la atención sobre un objeto elegido y mantenerla sobre él durante un período de tiempo. Si uno practica meditación concentrada la atención puede permanecer estable sobre un objeto durante bastante tiempo, o incluso ser capaz de enfocar bien sobre una larga serie de objetos cambiantes. Cuando se hace de cualquiera de estas formas, es natural que los estados insalubres de la mente aparezcan y desaparezcan de la experiencia, tanto los estados de avidez y aversión como otros meramente erróneos. Uno intentará abandonarlos en cuanto se dé cuenta, bien de forma inmediata o después de una larga cadena de pensamientos que le puede haber despistado a uno. Abandonar esos estados mentales tóxicos una vez que han surgido y proteger a la mente de la aparición de tales estados son prácticas budistas importantes para purificar la mente (3).

En otros momentos, cuando estas toxinas no se manifiestan, la atención plena puede aparecer con su pléyade de factores asociados, y esto también desaparecerá rápidamente o se mantendrá durante múltiples instantes mentales. La práctica de la atención plena sirve a la función de transformar la mente (4) por medio de bloquear todos los estados insalubres y, al mismo tiempo,  desarrollar y fortalecer los estados saludables. Y cuando la atención plena se vuelve suficiente estable, las condiciones maduran para que la sabiduría también pueda aparecer y amplificar en gran medida el efecto transformador de la atención plena, aunque pueda desvanecerse tan rápido como ha aparecido.

La sabiduría tiene la función de liberar la mente (5) tanto a corto plazo -ya que neutraliza los efectos inconscientes de la confusión-, como a largo plazo pues la disposición latente hacia la avidez la aversión y la ignorancia son eliminadas de la mente completamente y ya no son capaces de aparecer.

Con esta manera de mirar las cosas, la mente no está intrínsecamente ni contaminada ni prístina. Es capaz de funcionar a un nivel base de alerta [awareness] que incluye los seis sentidos internos y los seis externos,  las seis modalidades correspondientes de conciencia y todos los cinco agregados. Por encima y más allá de esto, uno puede tener factores mentales saludables o insalubres (siendo ambos formaciones volitivas o sankhāras) en varias combinaciones, las cuales servirán para clarificar o contaminar la cualidad resultante de la atención.

El entrenamiento mental en general y el cultivo de la atención plena y la sabiduría en particular, optimizarán el funcionamiento de la mente, que culminará en su transformación de forma tal que los estados insalubres ya no puedan surgir en absoluto y la mente se libere completamente del sufrimiento. El proceso se despliega de alguna forma como la imagen del loto, cuyas raíces están en el lodo, creciendo a través del agua y finalmente abriendo sus pétalos hacia el cielo.

(continúa)

(*) Andrew Olendzki, académico budista, profesor y escritor

Este artículo fue publicado originalmente en Contemporary Buddhism, Vol. 12, No. 1, Mayo 2011

Traducción al castellano de Hugo Villar, revisada por Dokushó Villalba

REFERENCIAS

BODHI, BHIKKHU. 1993. A comprehensive manual of Abhidhamma. Pariyatti. Seattle.
DUNNE, J. 2011. Toward an understanding of non-dual mindfulness. Contemporary Buddhism 12: 71-88.
OLENDZKI, A. 2010. Unlimiting mind: The radically experiential psychology of Buddhism. Bston, MA: Wisdom.

PRUDEN, L. 1991. Abhidharmakośabhāsyam. Traducción al inglés de Louis de la Vallée Pussin. Berkeley, CA: Asian Humanities Press.

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