RELIGION
Y
BUDISMO
por Gonzalo Villares
Según Marco Tulio Cicerón [106-43 a. C.], en De natura deorum, II, 28, escrito 45
a. C., el sustantivo religio se deriva del verbo relegere.
Para Cicerón, la religión sería asunto
del culto cuyas reglas hay que observar escrupulosamente.
Cicerón relacionaba la palabra religio con el verbo relegere (‘tratar con diligencia’), un
derivado del verbo lego (‘reúno', 'recojo’), del que se derivan neglego, intellego, diligo y dilectio.
Según Walde (1965: 352), diligo, intellego y neglego, por
tener la misma flexión, la misma derivación y por su significado son sentidos
por la conciencia lingüística de los hablantes como pertenecientes al mismo
grupo.
«Religión, 1220-50. Tomado del latín religio, -onis, íd., propiamente 'escrúpulo,
delicadeza', y de ahí 'sentimiento religioso'.» [J. Corominas: Breve diccionario etimológico.
Madrid: Gredos, 1967, p. 501].
La expresión latina mihi religio est significa 'me causa escrúpulo'.
Siglos más tarde, Lucius Caecilius Firmianus
Lactantius [250-325 d. C.], en Divinae Institutiones IV, 28, redactadas entre el 304-313 d. C.,
hace derivar la palabra religio del verbo latino religare.
(Según la Wikipedia,
Lactancio fue un apologista cristiano. Y según el
D.R.A.E., apología significa: Discurso de palabra o por escrito,
en defensa o alabanza de alguien o algo. De esto se podría deducir que
Lactancio no sería muy imparcial.)
Según el lingüista francés Emile Benveniste, desde el punto de vista lingüístico, no
se puede derivar religio de religare pues no existe el abstracto *ligio derivado de ligare. El sustantivo de religare ('unir fuertemente', 'vincular') sólo
podría ser religatio y no religio.
Etimológicamente la
palabra religión proviene de relegere (observar escrupulosamente).
En época de Cicerón la religión consistía solamente en la observación
escrupulosa de ritos, de carácter social, dedicados a los dioses. Por tanto,
esta definición original de religión no se ajusta a lo que es el
budismo, porque aunque en el budismo también se practica la observación
escrupulosa (el cultivo de la atención), este no es el fin, sino un medio para
llegar al fin último que es la desaparición del sufrimiento.
Siglos más tarde un
apologista cristiano, Lactancio, sin base en la etimología, hace derivar la
palabra religión de religare (unir fuertemente, vincular) pues,
según él, había que volver a unir fuertemente el ser humano a Dios. Este
concepto de religare es igual al de la palabra sánscrita yug del que
provienen las palabras yugo y yoga, es decir, uncir al ser humano
con Dios (recordemos que el yoga es una de las seis darsanas o doctrinas del
hiduismo, y es teísta).
Este religare
(vincular, uncir, ligar, religar, unir fuertemente) tiene dos características:
-
Todos estos
conceptos implican que hay dos partes que se mantienen juntas por medio de un
yugo, una ligadura. Pero estas partes siguen estando claramente diferenciadas.
En el caso de los bueyes uncidos por el yugo, se puede distinguir un buey del
otro. El yugo que los une les obliga a ir siempre juntos en la misma dirección,
pero ambos no son el mismo buey. Así Dios y el ser humano, religados,
van en la misma dirección pero no son lo mismo. No hay fusión entre ambos. No es una gota de agua que se
funde con el agua del océano. Por tanto, estos conceptos son totalmente
distintos a los empleados en el budismo, donde sí se habla de fusión,
absorción.
-
En el caso
de los bueyes uncidos por el yugo, ambos bueyes son seres del mismo tipo. No
ocurre lo mismo en el caso de la religión, proveniente de religare,
pues está implícito el reconocimiento de una “calidad
distinta”, es decir, el ser humano es de “calidad inferior” en relación a Dios
que es de “calidad superior”.
Ningún cristiano se dice a sí mismo “Dios”. La religión sería la forma en que el hombre
volvería a sentirse criatura dependiente del Dios Creador, religándolo a
Él.
Este concepto cristiano de religare,
de ‘vincularse a Dios’, no tiene nada que ver con los conceptos budistas de
trascendencia, de dhyana, de
absorción, de iluminación. Para el budismo estos conceptos implican la
eliminación de la separatividad entre el “yo” y “lo demás”. La fusión entre
ambos implica la fusión de dos elementos de “tamaño” distinto (la gota de agua
que se funde en el océano, o el ser individual que se funde con la totalidad),
pero ambos tienen la misma “calidad” (el agua de la gota de agua, antes de caer
al océano, tiene las mismas características que el agua del océano; el ser
individual no es distinto de la totalidad). Por tanto, en el budismo, no hay
una fusión con un ser superior o una entidad superior. No hay nada en
mayúsculas con lo que fundirse. Si en algún texto budista se emplean las
mayúsculas (“Totalidad”, “Conciencia”, etc.) será con fines didácticos, pero no
porque sean de una “calidad” superior y distinta al yo individual. Según el
budismo todos somos Budas, independientemente de que nos demos cuenta de ello o
no.
En definitiva, el concepto cristiano de religión, proviniendo de religare,
es totalmente distinto a lo que es el budismo.
Es significativo que esta palabra no
existe en otras lenguas que no sean las influidas directamente por la cultura
latina. Las lenguas europeas tomaron la palabra del latín y no parece existir
una palabra correspondiente en ninguna lengua germánica ni eslava. El alemán
tomó la palabra religión del latín a partir del siglo XVI. Las otras
lenguas no tienen una palabra cuyo significado abarque todo lo que en nuestro
ámbito cultural queremos decir con la palabra
religión:
Sánscrito: El término más empleado en la India es dharma (enseñanza).
Chino: La palabra más usada es Zong jiao ('doctrina celestial').
Japonés: Al llegar los misioneros al Japón, los japoneses no tenían una palabra
para traducir religión en el sentido europeo. Para referirse a la
religión importada forjaron la palabra shûkyô,
que significa enseñanza de lo esencial, es decir, catecismo.
Griego: Para acercarse a la concepción griega de la religión se han buscado
conceptos como theón timé ('veneración de los dioses'), de ahí el
nombre de persona Timoteo (= el que honra a Dios).
Hebreo: La Vulgata (traducción de la Biblia al latín) emplea casi siempre la
palabra religio para traducir del hebreo la palabra huqqat ('ley', 'estatuto', 'ordenamiento cultural').
Árabe: Tampoco el árabe emplea un concepto equivalente al de religio en latín. El término Dīn, lo mismo que Scharia, no corresponden al concepto latino
'religión'.
Los romanos no comprendían la religión separada
de la vida política y del ámbito profano. La religio no podía ser algo separado de la esfera
pública. Para los romanos ser religiosus significaba ser escrupuloso en el
cumplimiento de los deberes que se imponen al ciudadano en el culto a los dioses
del Estado-Ciudad.
En la Edad Media se emplea religión
como orden en el sentido de status religionis, es decir,
pertenecer a una orden religiosa.
El religioso es el monje. Los monjes se comprometían
a observar las reglas de la orden a la que pertenecían, y esta
'observancia' mantiene viva aún la concepción de la religio tal como la definía Cicerón.
En el Renacimiento-Barroco ya no se usa religio para referirse exclusivamente a la religión
cristiana.
En el siglo XVIII, aunque sigue viva aún la concepción de la
religión como adoración de Dios y
culto divino, comienza la discusión sobre la relación entre la religión
natural y la revelada. Ahora se diferencia con claridad entre una religión
interior y verdadera que consiste en el amor a Dios, a la verdad y al prójimo y
una religión exterior y formalista que consiste en la observancia de los
preceptos. Comienza a perderse el viejo concepto de religión: hay una religión
universal dada ya por naturaleza (la moral y la razón) y una religión
jerárquica con sus ritos y rituales mecánicos. Prima ahora la diferencia
entre moral y religión. Rousseau comparte el concepto de religión de
Voltaire: el teísmo o la religión natural no está ligado a la revelación ni a
ningún dogma.
En el siglo XIX comienza el estudio
detallado del fenómeno religioso. El concepto de religión adquiere más
matizaciones. Da comienzo una crítica de la religión de altos vuelos.
Toda la filosofía hegeliana es filosofía de la religión. Pero para Karl Marx (Una
crítica a la filosofía del derecho de Hegel, 1844) la religión es una obra del hombre,
una especie de autoconciencia proyectada hacia afuera como un poder y una
sustancia independiente. La religión es la expresión de las criaturas
oprimidas, el sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de una
situación desespiritualizada. Es el opio del pueblo. El pueblo necesita abolir
la religión, su felicidad ilusoria, para recuperar su verdadera felicidad.
En el siglo XX:
- Según
el sociólogo Émile Durkheim lo religioso es una metáfora de las condiciones
indispensables de la vida social. La mentalidad religiosa divide el mundo en
dos polos: lo sagrado y lo profano.
- Según
el filósofo vitalista Henri Bergson hay dos clases de religión: la estática
y la dinámica. La estática está llena de mitos y fábulas que el
hombre desarrolla con el fin de sobrevivir y hallar tranquilidad ante el miedo
y los peligros que la inteligencia, orientada a la supervivencia de la especie,
le pone de manifiesto. La religión dinámica es la que prescinde de los mitos y
los cultos y coincide con el impulso vital creador. Esta religión se manifiesta
en el misticismo que asegura la serenidad del hombre
mediante la unión con Dios.
- Según
Mircea Eliade la religión "no implica necesariamente la creencia en Dios,
en los dioses o en los espíritus, sino que tiene como objeto la experiencia
de lo sagrado". [En el budismo este concepto no tiene sentido porque
implica separación: por un lado lo sagrado y por otro lado lo profano. En el
budismo se habla de no-dos: la práctica y la realización son no-dos, el yo y el
no-yo son no-dos, lo sagrado y lo profano son no-dos].
Lo sagrado o divino
puede ser descrito como:
a) algo absoluto, objeto de adoración
y súplicas del hombre;
b) algo omnipotente, su poder no
tiene límite y a ellos encomienda el ser humano su salvación;
c) algo santo, es decir, dotado de perfección moral;
d) algo misterioso, su realidad absoluta, omnipotente y santa
es incomprensible para la razón humana, que la percibe como majestad de Dios;
e) algo
que posee un atractivo fascinante, el hombre
se siente fascinado por su misterio y grandeza, es una atracción que subyuga al
hombre.
A continuación se presentan varias
definiciones actuales de religión:
Diccionario
de la Real Academia de la Lengua:
Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de
veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y
social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para
darle culto.
Google: Conjunto de creencias religiosas, de normas de
comportamiento y de ceremonias de oración o sacrificio que son propias de un
determinado grupo humano y con las que el hombre reconoce una relación con la
divinidad (un dios o varios dioses).
National Geographic: La religión es el resultado del esfuerzo del ser humano
por contactar con "el más allá". La experiencia
religiosa proporciona explicaciones globales e interpretaciones acerca del
mundo. Las religiones tradicionales se basan en una intensa ceremonia de
intercambio de los vivos con sus ancestros y a su vez con el mundo espiritual
que les rodea.
http://es.thefreedictionary.com/religi%C3%B3n : Conjunto de
creencias, normas morales de comportamiento social e individual y ceremonias de
oración o sacrificio que relacionan al ser humano con la divinidad. Complejo de relaciones que unen el
hombre a Dios y deberes que de ello se derivan.
Conclusiones:
Debido a que siempre
está presente el concepto de Dios, ni los diferentes significados que ha ido
teniendo el concepto de religión en Occidente, ni los conceptos sagrado
o divino, se pueden aplicar al budismo, aunque los aspectos devocionales
sí que podrían aplicarse a algunas ramas budistas.
4.1. El concepto religión
no existía en Asia
Como hemos visto, el
término religión ha sido un concepto exclusivamente europeo,
originalmente latino. No existía como tal en Asia hasta que llegaron los
colonizadores europeos. De hecho no existía ni siquiera el concepto de budismo.
Fueron los europeos los que, en su afán etiquetador, crearon el término budismo
y lo etiquetaron como religión. Pero fue una labor realizada por aproximación.
Tal como hicieron los colonizadores españoles en América cuando etiquetaron inicialmente al jaguar como tigre, pues era lo más
parecido que ellos conocían. Pero al igual que el jaguar no es un tigre, el
budismo no se correlaciona exactamente con lo que los europeos han denominado religión.
La etiquetación por
aproximación, sin embargo, pudo estar justificada por el hecho de que dentro
del budismo hay ramas con prácticas devocionales, con lo que tendrían cierto
parecido con el cristianismo.
Cuando en Occidente se ha hecho mención a la
trascendencia siempre aparece el concepto de Dios. Incluso en el yoga, cuando
se menciona el concepto de trascendencia también aparece la figura de Dios,
pues se habla de vinculación con Dios. En el budismo se maneja un concepto de
trascendencia distinto, pues se refiere a la unión con la totalidad, no con una
entidad superior.
La gran confusión surge
por manejar términos que se escriben igual (“trascendencia”, “unión con… ”) por
lo que parece que se trata de lo mismo. Pero ya hemos dicho que en el budismo
su significado es otro, aunque la escritura sea la misma.
Podría decirse que el
significado de la palabra religión ha ido evolucionando y que
actualmente tiene muchas definiciones, y por lo mismo se podría agregar una
definición más, la de unión con la totalidad, y de esta manera el budismo ya
podría ser denominada también como religión. Y de hecho no sólo se
podría hacer sino que se hace. Pero obviamente es algo forzado, pues no se
correlaciona con la evolución histórica del concepto y crea una confusión que
obliga a estar dando continuas explicaciones, pues no se está hablando de lo
mismo. Más aún, es una definición muy pobre e incompleta, tal como se
desarrolla en el siguiente punto.
Sin embargo,
cuando en el budismo se emplean los mencionados términos (“trascendencia”,
“unión con …”), sí que hay coincidencia con lo que en Occidente se denomina psicología
transpersonal. Pero a muchas personas no les cuadra que el budismo se
parezca más a un método psicológico que a una religión, y, sin embargo, grandes
personajes budistas opinan en este mismo sentido, como se muestra en las
siguientes citas del Dalai Lama y del Lama Yeshe:
Del
libro: The Dalai Lama. His essential wisdom (Su sabiduría
esencial), página 9:
El budismo es ateo en
el sentido de que no acepta un Dios creador, más bien el budismo presenta una
visión de auto-creación, en el que nuestras acciones crean nuestras situaciones
en la vida. En este sentido, se ha dicho que el budismo no es una religión, sino
una ciencia de la mente.
Lama Yeshe:
El budismo no es una religión en el sentido habitual.
Cuando estudiamos el budismo, nos estudiamos a nosotros mismos - la
naturaleza de nuestra propia mente. En lugar de centrarse en un ser supremo, el
budismo hace hincapié en cuestiones más prácticas, tales como la forma de
llevar nuestras vidas, la forma de integrar la mente y la manera de mantener
nuestra vida cotidiana tranquila y saludable. El budismo pone énfasis en el
conocimiento experimental - en otras palabras, en la sabiduría, más que en
algún tipo de dogma. De hecho, ni siquiera consideramos el budismo como una
religión en el sentido habitual del término. Desde el punto de vista de los
lamas, las enseñanzas budistas están en el ámbito de la filosofía, la ciencia o
la psicología.
Del libro: Tu mente es un océano. Aspectos de la
Psicología Budista
No es necesario que te clasifiques como un
seguidor de ésta o aquella religión o filosofía ni que te incluyas en alguna
categoría religiosa. Pero si quieres ser feliz, tienes que examinar tu modo de
vida. Tu mente es tu religión.
En Occidente hay tendencia a considerar el
budismo como una religión en el sentido occidental del término. Esto es un
error. El budismo está completamente abierto; podemos hablar de cualquier tema.
El budismo tiene su doctrina y filosofía, pero también hace énfasis en la
experimentación científica, tanto interna como externa. No pienses que es un
sistema de creencia estrecho y cerrado. No lo es. La doctrina budista no es una
elaboración histórica derivada de la imaginación y de la especulación mental,
sino una explicación psicológica precisa de la verdadera naturaleza de la
mente.
El objetivo único,
final, de Buda fue la liberación del sufrimiento. El medio para lograr ese
objetivo fue el Noble Óctuple Sendero, cuyos ocho brazos se resumen en tres: Sila (conducta ética), samadhi (la meditación) y prajña (la sabiduría), que forman un
círculo en el que cada uno se realimenta del anterior.
El objetivo final del
budismo no es, por tanto, el samadhi,
como sí lo es para el yoga. Para el budismo es sólo uno de los tres medios para
conseguir la liberación del sufrimiento. Sin los otros dos (sila y prajña) no se entiende el budismo. En el budismo, tan importante es
el momento de la meditación como los actos de la vida diaria, en la que hay que
desarrollar una conducta ética justa.
Pero esto no justifica
que por el solo hecho de que uno de los pilares del budismo sea la meditación,
la unión con la totalidad, ya se lo pueda definir como una religión, ni
siquiera en el sentido que algunos personajes modernos han agregado de
“fusión con”. Porque es una definición muy pobre, incompleta, ya que
el budismo tiene otros dos pilares (sila
y prajña), igual de importantes,
que no aparecen en religión. Sería como definir a un avión como
“vehículo con ruedas”. Esta sería una definición insuficiente, pues aunque el
avión ciertamente tiene ruedas, también tiene motor y alas, lo que lo
diferencia significativamente de los vehículos que sólo tienen ruedas.
Por tanto la palabra
religión con este nuevo significado de aspiración a la trascendencia, de fusión
con la totalidad, no es suficiente para definir al budismo.
Porque hay muchas
similitudes, en lo externo, con lo que en Occidente se denomina
religión:
-
En cuanto a
los nombres que se emplean: monasterio, templo, abad, monje, etc.
- En cuanto a
la forma de organizarse: una jerarquía con diferentes niveles de
responsabilidades y diferente vestimenta.
- En cuanto a
las prácticas: hay ceremonias y ritos de paso.
- En cuanto a
cómo siente gran parte de la gente de los países budistas su práctica: Tiene un
carácter devocional, igual que el cristianismo.
Porque, en su
esencia, no cumple con ninguna de las definiciones que ha ido teniendo a lo
largo de la historia en Occidente:
- No coincide
con relegere porque el budismo es mucho más que una práctica escrupulosa
de una serie de ritos.
- No coincide
con religare, en el sentido que le dio Lactancio (unir fuertemente,
vincular), porque él se refería a la vinculación con Dios, concepto con el que
no se trabaja en el budismo. Esta vinculación, además, lleva implícito el
reconocimiento de dos entidades diferenciadas: Dios y el ser humano. Mientras
que en el budismo no hay diferenciación entre el “yo” y “lo demás”.
- No coincide
con religare, en el sentido que algunos personajes modernos de Occidente
le han dado al término (fusión con), porque estos personajes todavía se
refieren a “fusión con Dios”.
- Pero aún en
el caso de que se refirieran a la “fusión con la totalidad”, a “trascendencia”,
no es un argumento suficiente para definir al budismo como religión, porque la
psicología transpersonal también trabaja con estos conceptos y no por ello se
la considera una religión.
- Además
sería una definición incorrecta, porque ese no es el objetivo del budismo, sino
un medio para conseguir la liberación del sufrimiento. El
budismo, además de este pilar (samadhi,
fusión con la totalidad, absorción), tiene otros dos, igualmente importantes (sila y prajña), que no aparecen en este nuevo religare.
Gonzalo Villares,
bodhisatva practicante en el Centro Zen de Alicante.