viernes, 4 de abril de 2014

Mindfulness como negocio lucrativo

La creciente popularidad del movimiento mindfulness lo ha convertido en una industria lucrativa. Los asesores en consultorías de negocios promueven el entrenamiento mindfulness asegurando que mejora la eficiencia en el trabajo, reduce el absentismo y desarrolla las "habilidades blandas", que son cruciales para el éxito profesional. Algunos incluso afirman que el entrenamiento en mindfulness puede actuar como una "tecnología disruptiva", reformando las empresas más disfuncionales en organizaciones más amables, más compasivos y sostenibles. Hasta ahora, sin embargo, no hay estudios empíricos publicados que respalden estas afirmaciones.

En sus esfuerzos por proteger la marca, los defensores del entrenamiento mindfulness anuncian sus programas como “inspirados en el Budismo”. Da un cierto cachet y una actitud hipness el decir a los neófitos que el mindfulness es un legado del budismo"  - una tradición famosa por su antigüedad y cuyos métodos de meditación han sido probados durante mucho tiempo. Pero, a veces, en la misma frase, los consultores aseguran a menudo a sus patrocinadores corporativos que su marca particular de mindfulness ha renunciado a sus orígenes budistas.

El desacoplamiento del mindfulness de su contexto ético y religioso budista  es comprensible cuando lo que se quiere hacer es convertir tal práctica en un producto viable en el mercado global. Pero la prisa por secularizar y mercantilizar el mindfulness en una técnica comercial está lamentablemente desnaturalizando esta antigua práctica, que fue diseñado para mucho más que para aliviar un dolor de cabeza, reducir la presión arterial, o ayudar a los ejecutivos a estar mejor centrados y ser más productivos.

Ron Purser

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