por Andrea D. Grabovac & Mark A. Lau &
Brandilyn R. Willett
Resumen.Varios modelos
han explorado los posibles mecanismos de cambio subyacentes a las
intervenciones basadas en mindfulness desde la perspectiva de múltiples
disciplinas, como la ciencia cognitiva, la neurociencia afectiva, la
psiquiatría clínica, y la psicología. Juntos, estos modelos destacan la complejidad del
proceso de cambio que subyace a estas intervenciones. Sin embargo, ningún modelo parece ser lo suficientemente completo en la
descripción de los detalles mecanicistas de este proceso de cambio. En un intento de abordar esta brecha, se propone
un modelo psicológico derivado de tradiciones contemplativas budistas. Utilizamos el Modelo Psicológico Budista
propuesto para describir lo que ocurre durante la práctica de mindfulness e
identificar los mecanismos específicos a través de los cuales las prácticas de
regulación de la atención y mindfulness puede resultar en la reducción de
síntomas, así como en mejoras en el bienestar. Se resumen y evalúan otros modelos explicativos
de las intervenciones de Atención Plena en el contexto de este modelo. Llegamos a la conclusión de que el carácter
amplio y detallado del modelo propuesto ofrece varias ventajas para la
comprensión de cómo las intervenciones basadas en mindfulness(BMIs) ejercen sus
beneficios clínicos y es susceptible de investigación.
Palabras clave: Mindfulness-Meditación-Psicológico-model-Budismo-Insiht
Introducción
Se han
propuesto varios modelos de cambio para explicar los procesos y mecanismos por
los que las intervenciones basadas en mindfulness (MBIs) ejercen efectos
clínicos de bienestar físico, psicológico y emocional. Cada uno de los modelos
propone uno o varios mecanismos como responsables del cambio: los mediadores
cognoscitivos tales como la conciencia metacognitiva (Teadsle et al. 2002), descentramiento
(Fresco et al. 2007), defusión (Fletcher y Hayes), reperceiving (Shapiro et al.
2006) y la disminución de la
rumiación (Deyo et al. 2009); mediadores de la atención como modulación del
foco de atención (Carmody 2009), atención enfocada o escucha abierta (Lutz et
al. 2008); y mediadores neurobiológicos como cambios neurofuncionales
(ver Fletcher et al. 2010 para revisión;
Lutz et al. 2008). Todos estos modelos avanzan en la comprensión sobre los
aspectos específicos de MBIs destacando la complejidad del proceso
individualizado resultante de MBIs. Sin embargo ningún modelo parece ser
suficientemente completo al describir los detalles del mecanismo de ese proceso
de cambio.
Por otro lado,
hubo una llamada de la literatura para reconstruir algunos aspectos de los
modelos de “atención plena” actuales, incluyendo una operativización del
término “mindfulness” identificando su uso como “rasgo”, “estado” o práctica
según un contexto determinado; la aclaración de los mecanismos de “mindfulness”,
preferiblemente de una manera que sea susceptible de la investigación por
neuroimagen (Fletcher et al. 2010) y aclarar cómo cada componente de la atención conduce a unos resultados
específicos (coffey et al. 2010).
En un esfuerzo
por hacer frente a estas cuestiones recurrimos a teorías psicológicas budistas
ya que muchas de las técnicas utilizadas en MBIs se han adaptado de la las
tradiciones del budismo contemplativo. Sin embargo, en su mayor parte, los
modelos psicológico que acompañan a estas técnicas no lo han incorporado
explícitamente en la teoría de MBIs, lo que ha producido una pérdida
innecesaria del contexto en el que se explica cómo funcionan estas técnicas y
porqué se utilizan (Grossman 2010).Proponemos un nuevo enfoque basado en las
teorías psicológicas Budistas que hemos denominado el modelo psicológico Budista
(BPM).Comenzamos con el BPM para describir la relación entre mindfulness y los
procesos cognitivos y los cambios en los procesos provocados por el
entrenamiento de la mente. A continuación, utilizamos el BPM para formular la
hipótesis de los mecanismos por los que la práctica de mindfulness conduce a la
reducción de ciertos síntomas. Esto va seguido por una discusión de las
relaciones entre el BPM y los modelos occidentales en una tentativa de aclarar
las áreas en las que ambos se solapan.
Parte I: Descripción de BPM
El BPM, como
se describe en este artículo, se basa en una serie de comentarios sobre, y
traducciones de un conjunto de textos Budistas llamados Abhidhamma Pitaka
(Colección Filosófica; Mendis 2006; Narada Maha Thera 1978). Si bien estos
textos son extremadamente detallados y extensos en su análisis y clasificación
de la conciencia y los estados mentales, nosotros hemos simplificado los
conceptos para presentar los fundamentos de la BPM.
Comenzamos
nuestra presentación con la descripción de los componentes de la actividad
mental. En el BPM, la conciencia de un objeto ocurre cuando un estímulo entra
en nuestro campo de percepción y contacta con un órgano de los sentidos (es
decir, sentir una impresión sensorial), o cuando una cognición (un pensamiento,
recuerdo o emoción), surge en la mente. Esta toma de conciencia tiene una breve
duración y luego cesa (ver fig.1). Si bien en el BPM no se ha hecho ninguna distinción práctica entre
las impresiones sensoriales (sensaciones físicas) frente a cogniciones
(acontecimientos mentales), siendo trabajados de la misma manera durante la
práctica de mindfulness, esta forma de referirse a ambos tipos de eventos simplemente como “sensaciones”, es un
concepto de la Psicología occidental por lo tanto, en nuestra discusión sobre
BPM mantendremos una distinción entre los dos en un esfuerzo por aumentar su
comprensión, pero es importante
subrayar que esta distinción la hacemos por su claridad y no por ser intrínseca al BPM.
De acuerdo con
el BPM, los recursos de la atención son limitados, un individuo solo puede ser consciente de un objeto a la vez, la
experiencia de un flujo continuo de la conciencia es debido a una rápida
sucesión de percepciones sensoriales y eventos mentales que aparecen y
desaparecen, de forma similar a como en una película se crea el movimiento a
partir de una rápida sucesión de imágenes fijas individuales (ver Fig.1). Este
proceso se produce muy rápidamente con decenas de eventos mentales discretos e
impresiones sensoriales que ocurren en un segundo plano.
Nuestras
reacciones habituales a los sentimientos, son perseguir aquellos que son
agradables y evitar los desagradables. Los términos budistas para referirse a
estas reacciones son apego y aversión respectivamente. Estas reacciones son
expresadas habitualmente como acontecimientos mentales (pensamiento, recuerdo,
emoción) que proceden de la impresión sensorial inicial (Fig.2). La suposición
más común es que deseamos o rechazamos un objeto de la conciencia, sin embargo
el BPM considera que el apego o la
aversión surgen como reacción al propio estado emocional y no al objeto. Por
ejemplo, la visión de un pastel va
acompañada de un sentimiento de tono. Según la experiencia pasada del sujeto,
la cultura y otras influencias, este sentimiento de tono será agradable,
desagradable o neutro. Aquellos que lo experimenten como agradable reaccionaran
con pensamientos, emociones y/acciones dirigidas a perpetuar ese sentimiento
agradable (por ejemplo, del pastel). Del mismo modo quienes lo experimenten
como desagradable reaccionarán con pensamientos, emociones y acciones
orientadas a finalizar ese sentimiento desagradable (por ejemplo la evitación
del pastel).
Los sucesos
mentales (véase B en fig.2) que siguen a la sensación inicial también van han asociados a sentimientos (ya que un
evento mental es la conciencia de un objeto de conocimiento y por tanto va
asociado a un sentimiento concomitante inseparable). La elaboración mental se produce cuando hay
apego o aversión a los sentimientos que surgen con los eventos mentales. Esto
se experimenta como eventos mentales secundarios. La proliferación mental es
una sucesión de estos eventos mentales provocados por un evento mental o
percepción sensorial inicia. La proliferación mental puede alimentarse así misma con estos eventos que poco tienen que ver con la
percepción sensorial o acontecimiento mental que la provoco.De acuerdo con el
BPM, el no ser consciente de como ese
patrón de apego y aversión puede conducir a la proliferación mental ayuda a
mantener el habitual proceso entero.
Finalmente, el núcleo del BPM son tres focos principales de
atención en la práctica de mindfulness, que son comunes a todas las
percepciones sensoriales y eventos mentales (ver fig.3):
1. Las percepciones sensoriales y los eventos mentales son transitorios (que
surgen y desaparecen)
2. La reacciones habituales (es decir, el apego y la aversión) a los
sentimientos de una impresión sensorial o evento mental, y la falta de
conciencia de este proceso, conducen al sufrimiento.
3. Las
percepciones sensoriales y los eventos mentales no contienen ni constituyen
ninguna entidad duradera, que pudiera se llamada un yo.
En el pensamiento Budista son llamados “Las tres
características” y se conocen generalmente como: (1). La impermanencia, (2). El
sufrimiento, y (3) el no-yo (Nyanaponika 2010 ).
En resumen, el BPM sostiene que la sensación subjetiva de un flujo continuo
de conciencia se compone de numerosas percepciones sensoriales y eventos
mentales, la mayoría de los cuales ocurren fuera de la conciencia del sujeto.
Las habituales reacciones a apego o aversión ante las percepciones
sensoriales o eventos mentales agradables, desagradables o neutros iniciales se expresan como
una proliferación de eventos. Todas las percepciones sensoriales y eventos
mentales comparten tres características, impermanencia, sufrimiento y no yo.
Por otra parte, el sufrimiento, incluidos los síntomas clínicos, es el
resultado de las habituales reacciones de apego/aversión a sensaciones
transitorias y su concomitante proliferación mental. Aunque el BPM no se centra
en la reducción del síntoma (entendido como síntoma clínico) ya que no es el
objetivo de la práctica Budista, esta reducción del síntoma que resulta de la
práctica de mindfulness es explicable a partir de la reducción de las
reacciones habituales y su concomitante proliferación mental. Desde esta
perspectiva, la mejora en el bienestar del individuo se produce cuando se
permite que las percepciones sensoriales y los eventos mentales aparezcan y
desaparezcan de forma natural sin el ulterior procesamiento cognitivo derivado
del apego o la aversión. Las
percepciones sensoriales y los eventos mentales todavía son sentidos como
agradables, desagradables o neutros, pero no hay apego ni aversión por lo que no hay tampoco proliferación
mental, no se experimenta el sufrimiento accidental.
BPM Parte II:
Efectos de la regulación de
la atención
y de la Práctica de Mindfulness.
Basado en lo anterior y para los objetivos de este modelo hemos de
describir mindfulness como la observación momento a momento de las tres
características (Impermanencia, sufrimiento y no-yo) del objeto de la
meditación. Esta definición es sinónimo de la meditación tradicional vipassana
(Mahasi 2006). Hemos limitado intencionalmente la definición de mindfulness
a la descripción de una práctica
de insigt (Mindfulness tal y como
lo definimos en este trabajo es una intervención; ver Davidson 2010). Esta
definición resalta una importante distinción entre el vipassana (una práctica
orientada a la introspección) y la concentración samatha (práctica de
regulación de la atención). Además no queremos confundir esta definición con los
resultados de la práctica de mindfulness. Por lo tanto hemos tenido cuidado (el
máximo posible) en no incluir en la definición posibles consecuencias de la
práctica tales como incremento de mindfulness en el día a día o la reducción en
la proliferación de eventos mentales, que como todos los posibles resultados de
la práctica de mindfulness tienen
otros factores que influyen en ellos. Tenemos cuidado de no incluir la aceptación
en la definición de mindfulness ya que es una actitud traída a la práctica de
insigh y la concentración pero no es en sí misma un aspecto inherente al mindfulness
(Mikulas 2011).
Comenzamos con una descripción general de los efectos de la concentración y
las prácticas de minfulness en la proliferación de eventos mentales, y luego
distinguimos entre los diferentes efectos de las prácticas de concentración y
mindfulness en el contexto de BPM.
Efectos de la regulación de la atención
De acuerdo al BPM los recursos de la atención son limitados, lo que
significa que sólo se puede sostener un objeto en la conciencia a la vez. Por
tanto, si la atención está suficientemente sostenida en un objeto, el BPM
postula que esto impide el conocimiento de otros objetos a la vez y por tanto
cualquier forma de regulación de la atención que se traduce en atención
sostenida en un objeto, tiene el efecto de interrumpir momentáneamente la
proliferación de eventos mentales (fig.4). Sin embargo en los lapsos de
atención en el objeto, la proliferación mental se puede reanudar o pueden
aparecer otras percepciones sensoriales o eventos mentales.
Distinción entre las prácticas de concentración y de mindfulness.
Aunque las prácticas de concentración y de mindfulness son confundidas a
menudo en la literatura (Mikulas 2011), el BPM ofrece una manera clara de
distinguir entre las dos prácticas ya que pone de relieve la principal
diferencia entre ambas. Si implícita o explícitamente la práctica mindfulness
(tal y como la hemos definido en este modelo) implica la observación de las
tres características con respecto al objeto de la meditación, la práctica de la
concentración no lo hace. En la práctica de la concentración, el objetivo es
centrar la atención en el objeto de la meditación con exclusión de todo lo demás.
Usando la respiración como ejemplo, en la práctica de la concentración, el
meditador tratara de mantener la atención en el proceso mismo de la
respiración, en las sensaciones de la respiración, en la inhalación, la
exhalación, la pausa entre ellas, el comienzo de cada inhalación y exhalación y
así sucesivamente. Cualquier conciencia de las tres características con
respecto a la meditación es ignorada activamente y si son experimentadas, la
atención se reorienta al foco de la meditación, en un intento por hacer que la
atención al objeto de la meditación parezca lo más estable e inmutable como sea
posible.(Snyder y Rasmussen 2009).
Con la práctica continuada, al notar las tres características, la
meditación se vuelve menos conceptual y más vivencial, con las sensaciones
individuales que componen la
respiración que es vivida como una secuencia rápida de sensaciones pequeñas y
discretas, cada una de las cuales aparecen y desaparece en un espacio muy breve
de tiempo. Así, con el tiempo el objeto de la meditación en mindfulness se
descompone en partes más pequeñas y sensaciones más rápidas en las que se
experimentan directamente las tres características.
Esta distinción entre concentración y atención en la meditación se ve
respaldada por los trabajos recientes a cerca de los correlatos neurobiológicos
de la práctica de la meditación, que han demostrado que en mindfulness y la
concentración se utilizan distintos sistemas neuronales. (Lutz et al. 2008)
Es común, sin embargo, emplear la concentración y la atención plena durante
la práctica de la meditación. Esto implica utilizar la concentración para
calmar la mente seguida de la práctica de mindfulness. El meditador pasará
periódicamente de la práctica de mindfulness a la concentración si es necesario
reenfocar el objeto de mindfulness o si la práctica de mindfulness nos lleva a sensaciones o pensamientos
que son muy difíciles de observar
sin perderse en su contenido.
En la regulación de la atención se utiliza tanto la concentración como la
práctica de mindfulness y ambas pueden llevar momentáneamente a la reducción la
proliferación mental. Por ejemplo, en la meditación formal de la concentración
en la respiración, la conciencia de las sensaciones de la respiración
interrumpe momentáneamente la proliferación mental, y en la práctica
informal como prestar atención a
la sensación física del tacto, la conciencia de las sensaciones táctiles pueden
interrumpir de forma momentánea la proliferación de eventos mentales. En la práctica
formal de mindfulness en la respiración, la conciencia de las tres
características con respecto a las sensaciones de la respiración también
interrumpe la proliferación mental. En ambos casos la reducción de la
proliferación mental (debida a la regulación de la atención) es momentánea, no
es igual que la reducción de la proliferación mental debida al desarrollo
continuo del insight. Por último, con actividades cognitivas, como reemplazar
intencionalmente un pensamiento por otro diferente, es la conciencia de un
nuevo pensamiento la que interrumpe la proliferación de eventos mentales. Se
puede encontrar un ejemplo de esto en terapias cognitivas y metacognitivas de
la conciencia (véase más adelante).
Efectos de la Meditación Mindfulness y del Desarrollo de Insight.
El propósito del entrenamiento en mindfulness en la práctica Budista para
alcanzar la iluminación, se define en este trabajo como un cambio permanente y
radical en la percepción que detiene el proceso habitual de
identificación, convirtiendo ciertos aspectos de la percepción sensorial y mental
en un yo separado. Esto se logra mediante el desarrollo y exploración de una
serie de ideas acerca de la propia naturaleza de las sensaciones físicas y
actividades mentales (Mahasi 2006). Uno de los efectos del desarrollo de insight,
es la reducción a largo plazo de las reacciones de apego/aversión y la
consiguiente reducción de la proliferación mental. Insight, tal y como se
utiliza aquí, no se refiere a una reflexión consciente sino más bien a una
comprensión directa, no conceptual (Dorjee 2010) lograda mediante la
observación continua de las tres características (Imparmanencia, sufrimiento y
no-yo) como objetos de la meditación (Pa Auk 2000). El meditador empieza a
entender, de forma no verbal, a nivel experiencial, la transitoriedad de la
actividad mental, y de hecho, de todos los fenómenos sensoriales, incluso
aquellos que componen la sensación de espacio, la atención al cuerpo y así
sucesivamente. El meditador, finalmente, se da cuenta de que persiguiendo el
placer o evitando el dolor no puede alcanzar un sentimiento duradero de
satisfacción (por su naturaleza transitoria) y que la fugaz actividad mental o
sensorial, son solo eventos mentales o sensoriales transitorios más bien que
aspectos del yo. A diferencia de los cambios que se derivan de la regulación de
la atención, los cambios resultantes del desarrollo de insight, son de
naturaleza más duradera y permiten una relación distinta con los sentimientos y
reacciones de apego/aversión en la
vida cotidiana, fuera de la práctica formal.
Uno de los subproductos interesantes y potencialmente muy útil clínicamente
de insight de las tres características es el desarrollo de la ecuanimidad
(Mahasi 2006). En el BPM, la ecuanimidad se define como una cualidad de la
conciencia que considera su objeto (sensorial o cognitivo) sin apego ni
aversión. También puede definirse como un estado mental equilibrado en el que
se toma el mismo interés por lo agradable, desagradable o neutro. Desde la
perspectiva de la práctica Budista “La ecuanimidad impide la identificación así como el apego (y la aversión) a la
experiencia. Esto da lugar a que las experiencias se reconozcan como agradables
pero sin gratificación. En este punto, la
ecuanimidad no es una cosificación del sentido del yo (Steve Amstrong,
comunicación personal) debido a
que la ecuanimidad es una cualidad de la conciencia concomitante a la
conciencia de una sensación u objeto de la cognición y no es una continuación
del acontecimiento mental o de la cognición (ecuanimidad, tal y como se utiliza
en este trabajo no se trata de pensar “no voy a apegarme ni a rechazar esta experiencia”.
Para terminar, el insight de las tres características, no es la única
manera de desarrollar la ecuanimidad, los meditadores más experimentados pueden
entrar en un estado de ecuanimidad a través solo de la concentración (samatha)
(Pa Auk 2000; Narada Mha Thera 1987). La ecuanimidad lograda de este modo suele
ser menos duradera y difícil de mantener en la vida cotidiana.
Resumen de los mecanismos de BPM
El BPM, por su detallada descripción de los procesos de los trastornos
mentales, y los efectos de varias
prácticas en estos procesos, nos permite proponer una serie de relaciones para
explicar cómo de la práctica de mindfulness y de regulación de la atención
resulta la reducción de los síntomas clínicos (ver fig.5).
La fig. 5 resume los muchos mecanismos por los que se puede reducir la
proliferación mental, lo que reduce los síntomas y aumenta el bienestar.
BPM Parte III:
Efectos de la aceptación
y las Prácticas Éticas
Efectos de la Aceptación/Compasión
El BPM proporciona una explicación
de la función de la aceptación/compasión en la formación tanto en mindfulness
como en la regulación de la atención. Durante el entrenamiento se utiliza una
actitud de aceptación y curiosidad para dar un sentido de ligereza a la
reorientación repetida de la atención en el objeto elegido (Ver fig.5). Como la
mente no entrenada se distrae fácilmente por procesos rumiativos o narrativos,
es necesario reorientar la atención muchas veces. Durante esta reorientación
repetida, una actitud de aceptación impide la aparición de pensamientos
negativos tales como auto-juicio y la proliferación mental resultante, además
previene de que la práctica en sí se convierta en objeto de aversión. De hecho,
una actitud de aceptación y curiosidad es una forma incipiente de bondad amorosa.
La práctica de la compasión Budista se utiliza para prevenir gradualmente la
formación de estados mentales que tienen su origen en la aversión. Cuando la
práctica se profundiza, la aceptación permite que las rápidas y sutiles
sensaciones se puedan observar más fácilmente y de forma más continuada durante
la práctica de mindfulness. Sin aceptación, la conciencia tiende a volverse más
estricta y menos flexible y por lo tanto tiene más dificultad para observar la
aparición y desaparición de una rápida serie de percepciones sensoriales y
eventos mentales.
Cabe señalar, que la aceptación,
tal y como utilizamos aquí el término, es una cualidad de la conciencia: no
implica cognición. Como tal, no es equivalente a pensar en aceptar pensamientos
acerca de uno mismo o los demás. De hecho las formas cognitivas de aceptación
son en realidad una forma de regulación de la atención. Un ejemplo puede ayudar
a aclarar esta distinción: Al meditar, el meditador se da cuenta de que su
atención se ha desviado, si la conciencia de este extravío de la atención tiene
la cualidad de aceptación no surgirán juicios ( y no se produce un seguimiento
de la proliferación mental) y el meditador puede redirigir su atención hacia el
objeto de su meditación sin que
intervenga ningún tipo de pensamiento, sin embargo, si la conciencia carece de
esa cualidad de aceptación, pueden surgir juicios seguidos de una proliferación
de eventos mentales relacionados con ese juicio inicial. El meditador puede
entonces reconocer estos pensamientos de juicio y utilizar la regulación de la
atención para aceptar y sustituir
los pensamientos de juicio
por pensamientos de aceptación.
Además de la formación en
concentración y mindfulness, las prácticas Budistas prescriben un código ético
para ser seguido por los practicantes, como no matar intencionalmente, no
robar, no tener sexo ilícito, no mentir y no utilizar sustancias tóxicas que
puedan nublar el juicio. (Thanissaro 1997). En esencia, desde la perspectiva
del BPM uno de los principales propósitos de las directrices éticas es reducir
la línea base de la cantidad de proliferación mental, ayudando de esta manera
tanto a la concentración como a las prácticas mindfulness. (Ver fig. 5). Llevar
una vida ética, en el contexto de la BPM, implica que el meditador experimenta
menos culpa, dudas, preocupaciones, etc… que a menudo pueden ser una fuente de
proliferación mental.
Mecanismos de Feedback
Las prácticas de mindfulness, las prácticas de concentración, las prácticas
éticas y la aceptación están estrechamente relacionados, sin embargo, existen
ciclos de retroalimentación (Ver fig.6) entre estos componentes del BPM así como entre la disminución del
apego/aversión y la proliferación mental.
Estos mecanismos de feedback muestran como varias prácticas y sus efectos
saludables se refuerzan mutuamente.
Los ejemplos de este feedback incluyen los efectos positivos de la disminución de apego/aversión y de la
proliferación mental en la práctica
de mindfulness debido a la claridad mental que engendran. Esta disminución del apego/aversión
y de la proliferación mental probablemente también afecta a las prácticas de
concentración y éticas de forma similar. Además una mayor práctica de mindfulness
aumenta la concentración (a través de ser más consciente de los lapsus de
concentración), las prácticas éticas (a través de la capacidad de darse cuenta
de que las prescripciones éticas han sido transgredidas) y la aceptación (a
través de la mejora de la capacidad de ser consciente de una falta de
aceptación en situaciones en que la aceptación es beneficiosa)
Relación entre el BPM y otros modelos de Mindfulness
Colocamos el BPM en relación con otros modelos de mecanismos de cambio y exploramos las áreas de congruencia,
así como diferencias importantes entre el BPM y otros modelos existentes. Desde
una perspectiva clínica el BPM ofrece varias ventajas para la comprensión de
como las IMBs ejercen sus efectos clínicos. Sobre la base de éstos, hacemos
sugerencias de mejoras en las IMBs para mejorar la efectividad clínica. Se
describen las implicaciones de la investigación del BPM y la relación del BPM
con los retos actuales en el campo de la investigación.
Definición de términos: la conciencia metacognitiva, descentramiento, defusión.
Existen varios términos en la literatura de MBI que se refieren a la
capacidad de observar los sentimientos y pensamientos como eventos temporales
de la mente más que como reflejo del yo, (Fresco et al. 2007). Algunos de ellos
son: conciencia metacognitiva, descrentamiento, defusión, distanciamiento y reperceiving. Los modelos propuestos actualmente
sobre los mecanismos de cambio (ver más abajo los resúmenes) otorgan un papel
fundamental a estos conceptos. Con el fin de entender las diferencias y semejanzas entre el BPM y estos otros
modelos explicaremos primero como conciencia metacognitiva y otros términos
relacionados trazan un mapa en el BPM.
El término conciencia metacognitiva
usado de forma intercambiable con el término metacognición, fue acuñado
por primera vez por Flavell en el campo de la psicología de la educación para
describir el conocimiento del individuo sobre sus propios procesos cognitivos y
los productos de estos. Esta definición enfatiza el papel de la metacognición
como proceso de regulación (Flavell 1976). La importancia terapéutica de este
concepto se identificó 50 años después por Rogers quien escribió: “los
pensamientos y emociones que tomamos como reales hacen que nos preocupemos porque dejen de existir tal y como
los imaginamos… pero existe una manera diferente de conocerlos sin
identificarnos con ellos (Rogers 1959, citado en Corcoran y Segal 2008). Más
recientemente, la conciencia metacognitiva fue identificada como un componente
clave de los cambios en el plano cognitivo, terapias de comportamiento, y
estimulo el desarrollo de terapias como la terapia cognitiva basada en
mindfulness (BMTC; Segal et al. 2002), cuyo objetivo es mejorar esta capacidad
para reducir la rumiación. Por ejemplo, Teasdale et al. (1995) definen
conciencia metacognitiva como proceso por el cual “los pensamientos y sentimientos negativos son vistos pasar
como acontecimientos de la mente y no como aspectos inherentes a uno mismo ni
como reflexiones necesariamente válidas
de la realidad” (Pag. 285).
Otras definiciones de conciencia metacognitiva utilizan el concepto de
descentramiento que se define como “la capacidad de tomar una postura enfocada
en el presente, no crítica en cuanto sentimientos y pensamientos, y aceptarlos”
(Fresco et al. 2007 p. 448). Por ejemplo, la conciencia cognitiva ha sido descrita
como “el proceso de experimentar pensamientos y sentimientos negativos dentro
de una perspectiva descentrada” (Teasdale et al. 2002 p. 276). La conciencia
metacognitiva también se ha descrito en el mismo trabajo como insight
metacognitivo refiriéndose a “… la forma en que son experimentados los
fenómenos cognitivos a medida que surgen” (ibid, p.206). Defusión, un término
parecido, se ha descrito como “el reconocimiento de los pensamientos,
sentimientos y sensaciones corporales como acontecimientos que pasan sin
quedarse con el contenido literal y temporal del lenguaje evaluativo que
acompaña a estas experiencias” (Fletcher et al. 2010, p.43). Finalmente el
término defusión ha sido definido por los autores (Shapiro et al. 2006) como
similar al descentramiento. Las definiciones anteriores abarcan una amplia gama
de procesos, que van desde la metacognición pura (como es la definición de
Flavell), a un proceso que parece ser similar o idéntico a la aceptación
(Fresco y Segal, definición de descentramiento).
Comparando Conciencia Cognitiva, Defusión e Insight
Aunque los términos conciencia cognitiva y defusión pueden parecer, desde
la Psicología occidental, similares al insight o sus consecuencias (Como la ecuanimidad), el BPM
hace una clara distinción entre ellos. Cuando un participante de MBI desarrolla
un grado de conciencia metacognitiva o defusión, es capaz de utilizar estas
habilidades para interceptar los pensamientos no deseados y elegir una
respuesta más hábil.
La metacognición implica centrar la atención en una corriente de sucesos
mentales (proliferación mental) e interrumpir voluntariamente esta corriente
con una nueva serie de acontecimientos mentales cuyos objetos son los
pensamientos precedentes que eran parte de la proliferación mental. Son procesos
cognoscitivos, y por tanto, desde la perspectiva del BPM dentro de la rúbrica
de regulación de la atención. Definiciones de conciencia metacognitiva que
incluyen el descentramiento (Como lo define Fresco et al. 2007) también
trazarían un mapa dentro del componente de aceptación de BPM. Sin embargo, el
insight y sus efectos, no son conceptuales ni cognoscitivos en su origen y
producen la reducción del apego/aversión o de la proliferación mental sin
necesitar la intervención de ningún proceso cognitivo.
Modelos de cambio
Tanto los MBIs como los modelos explicativos, se centran en la regulación
de la atención, el mindfulness, y la reducción de la proliferación mental que
llevan a la reducción del síntoma y al bienestar. La principal diferencia entre
el BPM y otros modelos de
mindfulness es la identificación
en el BPM del papel central del apego/aversión
y los sentimientos (definidos como la experiencia afectiva de la conciencia de
una sensación física u objeto de la cognición; Mendis 2206) en la producción de
síntomas y sufrimiento accidental. El BPM propone que dirigirse a la experiencia
a nivel de los sentimientos es otra manera de reducir el sufrimiento accidental
y los síntomas. A continuación mostramos como algunos otros modelos trazan un
mapa dentro del BPM.
Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness
El fundamento teórico subyacente al desarrollo de MBCT identifica el
mecanismo clave del cambio como disminución de la rumiación mediante el
desarrollo de la meta conciencia cognitiva (Segal et al.2002, Teasdale et
al.2002). Además la observación de la aparición de pensamientos y sensaciones y
el etiquetado de las cualidades de estos. En las sesiones de MBTC los
participantes aprenden, por una parte, a identificar eventos mentales
compatibles con la firma de sus recaídas,
y el uso de esta identificación como oportunidad para elegir
conscientemente el auto-cuidado. Esto implica la modificación deliberada de la atención hacia un enfoque
neutral, como la respiración, o participar conscientemente en alguna acción de
autocuidado positivo que proporcione placer o una sensación de dominio. Un
enfoque amable y gentil hacia la propia experiencia, es incorporado y modelado
a través del terapeuta MBCT.
Desde la perspectiva del BPM, las prácticas de meditación en MBTC, trazan
un mapa en la regulación de la atención y componentes de la aceptación. Además
el BPM destaca la importancia de investigar las tres características de todos
los objetos como un foco explícito de meditación en MBCT. Con este foco, los
participantes pueden notar los aspectos de las características y por tanto
comienzan a desarrollar un cierto grado de comprensión y reducción del
apego/aversión a los sentimientos agradables/desagradables o neutros.
Reperceiving
El modelo de
reperceiving (Shapiro et. Al 2006) afirma que la práctica de mindfulness (debido
a los componentes de atención, intención y actitud) llevan a un aumento
disposicional mindfulness (a una mayor claridad y objetividad cuando se ven
momento a momento experiencias internas y externas). Esto se traduce en aumento en cuatro áreas: la autorregulación,
clarificación de valores, exposición cognitiva y emocional, y flexibilidad de comportamiento. Este
cambio fundamental en la perspectiva, se propone para conducir a la
desidentificación con los pensamientos. Los autores afirman que reperceiving es
similar a descentramiento. Como tal, reperceiving traza mapas de regulación de
la atención y aceptación en BPM.
Terapia de
aceptación y compromiso
En la terapia
de aceptación y compromiso, basada en la teoría del marco relacional,
mindfulness se define en términos de cuatro procesos interrelacionados:
aceptación, defusión (definido más arriba), conciencia del momento presente y
el yo observador (Fletcher y Hayes, 2005). La aceptación se describe como
permitir que los pensamientos y sentimientos sean como son sin tratar de
cambiar su contenido, forma o frecuencia, conciencia del momento presente se
define como el contacto con los estímulos que ocurren en el momento presente e
incluye pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales. El yo observador es
la experiencia de sí mismo como observador de la propia experiencia en vez de
identificarse con ella.
Los mapas de
ACT en los componentes de regulación de la atención en BPM. El yo observador no
se asigna como un componente separado en BPM, más bien está implícitamente
presente en diversos componentes de mindfulness y la regulación de la atención.
Desde una perspectiva Budista, en el progreso del insight, el concepto de un
observador independiente del yo que es consciente de la experiencia de uno se ha
abandonado (Machase 2006) y se sustituye por “el entendimiento de que cada
momento no es más que “algo conocido”, con exclusión de cualquier
identificación con el proceso (con un yo observador)” (Steve Armstrong, personal communication).
Modelo de Regulación de la Atención
El modelo de regulación de la atención (Carmody 2009 ) propone que las sensaciones
de la respiración son afectivamente neutrales para la mayor parte de las personas; por
lo tanto, dirigir intencionalmente la atención a la respiración cuando se presentan
síntomas subjetivamente adversos (y redireccionamiento de la atención cuando esto se pasa de
forma natural) se traduce en una disminución en la excitación emocional que
acompaña a los síntomas de los pacientes. El modelo establece que, con la práctica,
las personas desarrollan habilidad en notar cuando su atención se ha ido a
algún lugar que no quiere que vaya, y consiguen llevarla a un objeto afectivamente
neutro como la respiración. Como tal, este modelo traza un mapa en el
componente de la regulación de la atención en el PBM.
Carmody (2009) afirma que la conciencia metacognitiva puede desarrollarse
una vez que se permite a la atención moverse más allá de los límites
restringidos de objetos afectivamente neutraesl como la respiración. Aunque la conciencia
metacognitiva es concebida como el método en última instancia, más eficaz para
la reducción del síntoma, Carmody da razones convincentes de como en la
práctica, como muestras las MBIs, los mayores beneficios de las MBIs se deben
al cambio de dirección de la atención hacia objetos afectivamente neutrales.
Un posible escollo clínico del modelo de la regulación de la atención es
que los pacientes pueden llegar a hacerse “contrarios a la aversión” si usan
con frecuencia estímulos aversivos como señal para redirigir su atención a
estímulos neutros con el fin de que disminuya su excitación emocional y corren
el riesgo de fortalecer los procesos autorreferenciales y un sentido de
autonarración, aumentando al mismo tiempo el sentido “de peligro” y aversión
cuando surgen experiencia no deseadas, incluyendo los síntomas.
Atención Autoenfocada
En una reciente revisión de las mecanismos de mindfulness (Baer 2009), el autor
declara que “todavía no está claro como la observación de la propia experiencia
en el momento actual, sin juzgar y de forma no reactiva es beneficiosa” (p.17)
y sugiere que la atención autoenfocada puede ejercer efectos beneficiosos
porque “hace hincapié en la conciencia vivencial del momento presente y es
libre de prejuicios y respuestas reactivas” (p.18).
El BPM sugiere que esta descripción es en realidad una descripción de la
práctica de la concentración con una actitud de aceptación, más que una descripción
de mindfulness. En el documento se concluye que el incremento de mindfulness (como se define en el
documento) media en la mejora del funcionamiento psicológico a través de la
atención autoenfocada que resulta en:(1) reducción de la rumiación; (reducción
de la evitación emocional; (3) la mejora de la autorregulación del
comportamiento, en el BPM se propone que se producen como resultado de la
práctica de la regulación de la atención.
Modelo Derivado Estadísticamente
Coffey et al. (2010) utilizaron un enfoque de análisis de ruta para
explorar el papel de mediación de una mayor claridad sobre la vida interna, la
capacidad de manejar emociones negativas, rumiación, y el grado en que la
felicidad es independiente de resultados específicos y acontecimientos, entre
mindfulness y salud mental. Utilizaron la definición de mindfulness de Bishop
el al. como presente-enfocado con una actitud de aceptación. Encontraron que la
aceptación ejercía efectos muchos más fuertes sobre otras variables en el
modelo, que la atención en individuos con poca o ninguna experiencia en la
práctica de regulación de la atención.
El modelo de Coffey et al. Demuestra que en ausencia de una formación específica para
investigar las tres características o un entrenamiento en concentración, la capacidad para
aliviar los síntomas y mejorar el bienestar es debida en su mayor parte a la aceptación
y en menor grado a la regulación de la atención.
Reevaluación Positiva
El modelo de adaptación consciente (garlan et al. 2009) propone que se
puede responder a los eventos percibidos como negativos con la iniciación
deliberada de un modo descentrado de conciencia ensanchada y una mayor
flexibilidad atencional, en la que el evento es reevaluado de forma positiva
atribuyéndole un nuevo significado. En este modelo se entiende que es la
reevaluación positiva, más que mindfulness, la clave del cambio terapéutico.
Mindfulness se entiende como una herramienta para la construcción de una
reevaluación positiva. Se puede trazar un mapa de la evaluación positiva en el
BPM como la regulación de la atención, ya que consiste en la sustitución
consciente de pensamientos existentes por otros pensamientos.
Una posible preocupación en este modelo es que en énfasis en la nueva
estimación positiva que es integrada en la experiencia narrativa del yo, con el
tiempo puede aumentar la vulnerabilidad a procesos cognitivos subyacentes al
estado de ánimo y síntomas de ansiedad ya que refuerzan la experiencia
narrativa del yo.
Resumen de los modelos de cambio y su relación con el BPM
Llegamos a la conclusión de que la mayoría de los modelos de cambio, desde
la perspectiva del BPM, pueden ser reducidos a un modelo de cómo la regulación
de la atención con la adición de la aceptación, disminuye la proliferación
mental y, por tanto, disminuye los síntomas y aumenta el bienestar. Esta
opinión está respaldada por Mikulas (2011) quien sostiene que las definiciones
actuales de mindfulness utilizadas en la Psicología occidental son en realidad
definiciones de la práctica de la concentración y que muchos de los beneficios
atribuidos al mindfulness son en realidad, beneficios derivados del
entrenamiento en concentración. El BPM elimina la ambigüedad entre prácticas
basadas en la concentración y prácticas de insight, resaltando que ambas,
prácticas de concentración e insight pueden resultar en una disminución
momentánea de la rumiación, y describe como la reducción de los síntomas puede
ser el resultado del insight adquirido durante el entrenamiento de la mente.
Implicaciones clínicas del BPM
Proponemos que el resultado del perfeccionamiento de las técnicas empleadas
en MBIs incluye elementos clave del BPM en el aumento de la eficacia de dichos tratamientos.
Las cuatro áreas que consideramos son:
1.Insight: Proponemos que la investigación explícita
de las tres características, tanto durante la práctica formal como durante la
práctica informal, podría ser un método práctico de la optimización de la
eficacia de MBIs, introduciendo que se entienden los posibles riesgos y como
mitigarlos (ver más abajo). Aunque hay una creencia comúnmente sostenida de que
el logro del insigh es un acontecimiento raro y poco común (por lo tanto poco práctico), proponemos que con
una instrucción clara y una práctica diligente, el insight de las tres
características puede ser desarrollado por la mayoría de los individuos. Además
dado que hasta los pequeños incrementos de insight podrían tener efectos
beneficiosos saludables y altamente beneficiosos que resultan en la disminución
de los síntomas, sería propicio para clínicos, con la formación apropiada, para
guiar a los pacientes a participar en estas prácticas.
Los riesgos implicados en la
práctica del insight son bien conocidos por los practicantes avanzados, pero
con frecuencia no son discutidos abiertamente, por los tanto, los clínicos
involucrados en la aplicación de MBIs pueden no ser plenamente conscientes de
ellos. Nosotros vamos a introducir aquí el riesgo; Sin embargo, debe entenderse
que un examen detallado del potencial lado negativo de los efectos de la
práctica del insight está más allá de del alcance de este artículo. En resumen
las prácticas Insight tienden a proceder en una serie de etapas mantenidas a
través de las tradiciones y los individuos, y estas etapas son descritas
detalladamente en la tradición Tereada (Mahasi 2006). Típicamente, como la
habilidad en la práctica insight se desarrolla, los movimientos de la meditación
van desde una comprensión conceptual de las tres características, hacia una
experiencia directa de la impermanencia, el sufrimiento y el no-yo, en la que
el mundo sensorial del meditador se descompone en una secuencia rápida de
pequeñas sensaciones discretas. Los efectos secundarios de estas etapas del
insight pueden incluir un aumento de la sensación física de dolor y tensión.
Con la práctica del insight el meditador experimenta las tres características
con mayor claridad, se alcanza un punto culminante en la práctica que puede ir
acompañado de sentimientos de intenso placer. En este punto, insights que son
particularmente asociados al sufrimiento se experimentas de manera que, aunque
poderosa e iluminadora, puede desestabilizar a algunos meditadores. Los efectos
secundarios de estas etapas pueden incluir una variedad de estados emocionales
negativos intensos, incluyendo experiencias similares a los síntomas depresivos.
Si se producen estos efectos secundarios la dirección debe ser la práctica
continuada con la guía y el apoyo de alguien experimentado en estas etapas y
sus efectos secundarios; entonces, el progreso en insight puede continuar, lo
que alivia los síntomas. Dado el potencial de estos desafiantes efectos
secundarios, sugerimos fuertemente que el clínico que use esta práctica debe
ser suficientemente experimentado y pueda guiar a los practicantes con seguridad y eficacia a
través de estas etapas desestabilizadoras de la práctica. Si se gestiona
correctamente, la práctica del insight puede ser una adición clínicamente valiosa en las MBIs dado los efectos
beneficiosos descritos anteriormente.
2. Aceptación: A pesar que las diferentes MBIs actuales
varían en su énfasis en la enseñanza de la aceptación, el BPM destaca la
importancia de enseñar explícitamente la aceptación para optimizar la eficacia
de MBIs debido a la función que desempeña en la reducción de la proliferación
mental y la facilitación de la regulación de la atención y la práctica de
mindfulness. La instrucción y la práctica de la aceptación deben delinear
claramente las cualidades cognitivas de aceptación versus las cualidades del
insight basado en la aceptación, y el papel de las cualidades cognitivas de la
aceptación debe ser reconocido sin olvidar el desarrollo del insight basado en
la aceptación.
3. Regulación de la atención: las estrategias de regulación de la
atención son eficaces, útiles y populares entre los pacientes (p.ej. espacio de
3 minutos para la respiración). El riesgo potencial de poner demasiado énfasis
en la regulación de la atención es que puede reforzar las reacciones de los
pacientes a sentimientos desagradables; por ejemplo, durante una reacción de
aversión pueden desviar su atención a la respiración en una tentativa de
conseguir una reducción inmediata del síntoma vía la regulación de la atención,
más bien que examinar las tres características de los sentimientos.
4. Transparencia teórica:
Proporcionar a los pacientes una base teórica de insight y concentración es
ventajosa ya que sirve tanto para motivar como para orientar la intención de la
práctica. También puede orientar al clínico a clarificar las metas del
entrenamiento en mindfulness y corregir percepciones erronas comunes. Un
ejemplo de percepción errónea es la expectativa por parte de los pacientes de
que puede utilizar técnicas de mindfulness para eliminar la experiencia de
sentimientos desagradables, lo cual es imposible. Los pacientes a veces tienen
la impresión de que si ellos hacen las prácticas correctamente, ya no
experimentaran pensamientos o sensaciones incomodas y, por lo tanto, pueden
sentir que “no están haciendo las cosas bien” cuando continúan experimentando
sensaciones o eventos mentales asociados con el surgimiento de un sentimiento
desagradable. El BPM se puede utilizar clínicamente para explicar que el
continuo surgimiento se pensamientos o sentimientos agradables o desagradables
con la conciencia de las sensaciones o eventos mentales es una parte intrínseca
de la experiencia y nunca cesará, es decir, los participantes están “haciendo
bien las cosas” aun cuando esto siga ocurriendo. La comprensión de la teoría,
en un nivel intelectual, de que los sentimientos agradables y desagradables son
inevitables y que habitualmente se aferran a ellos ayuda a reducir el
apego/aversión. La comprensión de la teoría del BPM puede servir al clínico
para orientar a los pacientes a pasar de la regulación de la atención a un
objeto neutral a observar sentimientos directamente con habilidad y coraje
mientras observan las tres características de estos y disminuyen las habituales
reacciones de apego/aversión.
Implicaciones para la investigación
Aunque se ha avanzado en los últimos 20 años con respecto a las medidas de
constructos relacionados con mindfulness, estudios recientes han encontrado
correlaciones muy altas entre medidas de autoinforme, como el Cuestionario de
las Cinco Facetas de Mindfulness (Smith et al. 2008) y el Cuestionario de
Experiencias (Fresco et al.2007) utilizados para medir el descentramiento así
como otras medidas de regulación emocional. (Carmady et al. 2009; Coffey et
al.2010). Esta superposición resalta la necesidad de desarrollar instrumentos
más precisos con el fin de discernir los diversos componentes de estos
constructos. Desde la perspectiva del BPM estas medidas parecen ser la
cuantificación de una combinación de ambos aspectos de la práctica así como de
las consecuencias de esta. A fin de probar el camino en el BPM de cómo el
insight lleva al aumento del bienestar, se necesitara desarrollar medidas para
cada uno de los componentes que influyen en la proliferación mental
(aceptación, regulación de la atención, el insight, las prácticas éticas), así
como en el apego/aversión a sensaciones agradables/desagradables/neutras.
El BPM proporciona claridad con respecto a los componentes que comprenden
las prácticas de insight y de concentración (véase la fig.5), esto puede
permitir estudios de análisis de los componentes de las MBIs más precisos. Los
próximos pasos deberían examinar los efectos sinérgicos propuestos de la
combinación de los componentes anteriores en un MBI para determinar si se obtiene
una mayor reducción de los síntomas por los efectos sinérgicos que se producen
o por efectos aditivos simples. Este tipo de investigación, además de evaluar
la validez del BPM proporcionaría datos útiles a los clínicos para una
optimización de los instrumentos que sería capaz de cuantificar la relativa
contribución de la aceptación, comprensión, regulación de atención y las
prácticas éticas en la reducción de los síntomas.
Desde la perspectiva de la investigación neurobiológica, los componentes de
la práctica de mindfulness y
concentración en el BPM son análogos a la atención abierta y a las
meditaciones
de atención enfocadas respectivamente, como se define en Lutz et al.
(2008). Como tal, la investigación, empleando estas definiciones, puede
explorar los correlatos neuronales de estas dos prácticas en el BPM ( por
ejemplo, ver Mané et al. 2010).
En el BPM esboza varios mecanismos por los cuales la proliferación mental
se reduce. Proporciona una descripción detallada del monólogo interior y
demuestra como la práctica de mindfulness y otras prácticas alteran ese flujo. Esperamos
que este modelo ayudara a estimular el debate y la comprensión de la naturaleza
compleja y multifacética del mindfulness y sus disciplinas afines.
Agradecimientos. Los autores desean agradecer a Steve Amstrong y Susan Woods la
revisión de una versión anterior de este documento y proporcionar una retroalimentación perspicaz.
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Fuente: Springer
Science + Business, 2011
Traducción del inglés
de Mónica Hernández para este blog.
Muy interesante este artículo. Me ha inspirado para escribir un artículo que tenía en mente sobre el sufrimiento. Haré mención a él pues bien merece la pena que se divulga.
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